Hola mis queridos amigos hoy les traemos un consejo para encontrar la pareja ideal ¿Cuál es el problema de que una joven tenga relaciones sexuales sin
estar casada y que, además, termine embarazada?
Si hiciéramos esta pregunta a los amigos de la joven, muy probablemente algunos dirán que el error estuvo en terminar
embarazada. Es decir, «al no cuidarse».
Si, en cambio, hiciéramos la misma pregunta a
sus padres o abuelos, dirían que no debería haber tenido relaciones íntimas sin
estar casada.
¿Por qué esa diferencia tan marcada de
opiniones? Básicamente, porque nuestros padres y abuelos distinguían lo bueno
de lo malo con la ayuda de principios y valores: el respeto, la
responsabilidad, la integridad, la honestidad. Una conducta era buena si estaba
de acuerdo con esos principios. Mala, si no lo estaba. Así de sencillo. No
podía ser las dos cosas, ni tampoco una cosa u otra dependiendo de las
circunstancias. Aprendieron de sus padres y maestros que las relaciones
sexuales son correctas solo cuando se realizan dentro del matrimonio.
¿Por qué lo inaceptable ahora no solamente es
aceptable, sino que además está de moda? Por que los mandamientos de la Palabra
de Dios han sido puestos a un lado, y porque «la moral ha sido reemplazada por
la preferencia individual» (Josh McDowell y Bob Hostetler, Right from Wrong
[Distinguir el bien del mal], pp. 13, 14). Y cuando se pone a un lado la
Palabra de Dios, solamente quedan opiniones apoyadas en el gusto y la
preferencia de cada quien: «Haz lo que tu corazón te pide»; «Si te gusta,
hazlo»; «No puede ser malo si todo el mundo lo hace»; «Disfruta el momento», etc.
¿Son esas razones de peso para que un joven decida tener relaciones sexuales
antes de casarse?
¿Por qué, entonces, conviene esperar hasta el
matrimonio para tener relaciones sexuales, sin temores ni riesgos? Porque así
lo dispuso Dios, el Creador, quien sabe lo que es mejor para nosotros sus
criaturas.
Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio.Por tanto, honren con su cuerpo a Dios. (1 CORINTIOS 6: 19, 20).
El sexo es un regalo del cielo, pero solo cuando se practica como Dios manda.
Tomado de Matutina “Dímelo de Frente” - Por: Fernando
Zabala
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