Hoy les
traemos una maravillosa historia de un animalito no muy conocido que nos enseña sobre la pureza, él es:
“El Armiño”.
Espero que nuestros artículos les
estén ayudando mucho en sus vidas, la historia del animalito de hoy nos deja un
ejemplo grandioso, pero para ello necesitas saber quién es el armiño. Bueno
este animalito vive en las selvas de Asia y Europa, y protege con mucho celo su
pelaje blanco.
El armiño de forma increíble se
cuida para no ser manchado, especialmente en invierno cuando su pelaje se torna
más blanco, de esta característica los cazadores toman ventaja, pues ellos
cubren la entrada de la cueva del armiño con barro y esperan a que él llegue a
su cueva, cuando llega y ve la entrada de su vivienda cubierta de barro, el
armiño en lugar de limpiarla su entrada para refugiarse en su cueva, pues
prefiera enfrentar a los perros de caza, con los cuales siempre sale perdiendo.
De esta manera el animalito pierde su vida para mantenerse limpio.
Ahora aprendimos una gran
lección, pues cuán importante es la pureza más que la vida, si los cazadores
pudieran aprender esta lección, cuanta pureza habría en sus vidas, igualmente si
las damas codiciosas que usan sus pieles también lo aprendieran, cuan
beneficiadas serían.
El armiño condena a la impureza y
la inmoralidad, cual ruina final solo es la ruina de las personas. Jesús cuando
dio su sermón del Monte dijo: “Bienaventurados los de limpio corazón porque
ellos verán a Dios”. La pureza y la limpieza del alma causan alegría verdadera
mientras que la impureza del pecado solo causa dolor.
Es imposible que las personas
sean felices, cuando manchen su conciencia con conductas y acciones libertinas
y carentes de integridad. Algunos creen que “buena vida” es el resultado de una
conducta licenciosa y transgresora, pero que equivocados están, pues nunca
llegaran a la genuina felicidad.
¿Por qué dejar que se manche tu corazón
cuando lejos del pecado puedes tener paz y alegría? El rey Salomón nos
aconseja: “Sobre toda cosa guarda tu corazón, porque de el mana la vida”
(Proverbios 4:23).
Ese corazón es la mente, el
pensamiento, el espíritu, y solo puede conservarse puro, cuando Dios lo
controla. La mente siempre tiende a alojar malos pensamientos e inclinaciones
al mal, pero el poder transformador de Dios puede cambiar el cause de la
actividad cerebral por un camino seguro de limpieza espiritual.
Hoy solo toma una decisión, sigue
el ejemplo de el armiño, siguiendo a
Cristo, y dejarlo que tome el control de tu vida deja que él te dirija por el
camino que te lleva a la pureza, porque ese camino es el que te dará felicidad
genuina.
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