Queridos amigos hoy les traemos una reflexión para jóvenes muy interesante titulada "La Subasta del Diablo", esta un fabula que cuenta que cierto día el diablo, pues, decidió retirarse después de tantos años de engañar a la gente, entonces hizo un anuncio público de ello y además también anunció que subastaría sus herramientas. LLegó el día de la subasta y el local se lleno con toda clase de gente.
Allí, a la vista del
público, se podía observar el arsenal del enemigo: los celos, la envidia, la
calumnia, el apetito desordenado, el licor, las drogas, el tabaco, el odio.Había, sin embargo, una «herramienta» que no se exhibía con el resto. Estaba ubicada
en un lugar especial. Su apariencia no era particularmente atractiva, pero su
precio era muy superior al resto. ¿De qué se trataba?
Entonces el enemigo de
las almas explicó: «Se trata de mi arma secreta. Durante años la he usado con
éxito con toda clase de gente. Su valor radica en que me prepara el camino para
hacer mi obra maligna sin dificultad».
— ¿Y cómo se llama?
—preguntó alguien.
— ¿Qué otra cosa puede ser?
—respondió el diablo—. Es el desánimo.
Dice la fábula que el
diablo ni se retiró de su trabajo como engañador, ni vendió su arma favorita.
Todavía hoy sigue usándola con la misma
efectividad de siempre (adaptado de Signs of the Times [Señales de los
tiempos], agosto de 2005, p. 29).
Es probable que ahora
mismo, mientras lees estas líneas, las tinieblas del desaliento rodeen tu
corazón. ¿Has sufrido algún fracaso sentimental? ¿No van bien las cosas en los
estudios? ¿Te has peleado con tu mejor amigo o amiga? ¿Has experimentado algún
rechazo en los últimos tiempos? ¿Tienes problemas con tus padres?
No hay nada de malo en que
te sientas triste o desanimado, pero no permitas que el desaliento se apodere
de ti. En primer lugar, porque con desanimarte no vas a solucionar ninguna de
esas situaciones. En segundo, porque con tu desánimo estás mostrando
desconfianza en el poder de Dios para satisfacer tus necesidades.
¿Qué tienes que hacer,
entonces? Desecha esos pensamientos negativos. Elena G. de White escribe que
resistir al desánimo es un deber tan positivo como el de orar (El ministerio de
curación, p. 194).
Piensa en todas las cosas buenas que Dios te ha dado y da gracias por ellas. Finalmente, por sobre todo, nunca olvides que Dios es la luz que alumbra tus momentos de oscuridad.
Piensa en todas las cosas buenas que Dios te ha dado y da gracias por ellas. Finalmente, por sobre todo, nunca olvides que Dios es la luz que alumbra tus momentos de oscuridad.
Tu, Señor me das luz Tú, Dios Mío, alumbras mi oscuridad. (Salmos 18:28)
Oración: GRACIAS, SEÑOR, PORQUE TU LUZ ALUMBRA MIS MOMENTOS DE OSCURIDAD.
Tomado de Devocional “Dímelo de Frente” - Por: Fernando Zabala
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