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jueves, 15 de marzo de 2012

Juzgar - Antes de tiempo

Las personas solemos juzgar antes de tiempo, lo que vemos es suficiente razón para sacar nuestras propias conclusiones y llegar a juzgar a alguien cuando hay un hecho desagradable, siempre buscamos un culpable rápidamente y un castigo para el culpable.
Te contaré una historia que tiene mucho que ver con esta reflexión y quizá te ayude a ver las cosas con mas claridad, la historia cuenta que Juan y Luis eran vecinos, el primero compró un conejo a sus hijos. Como los hijos de Luis querían también tener su  mascota, su padre les compró un cachorrito pasto alemán.
Los hijos de ambos era amigos y estaban siempre juntos, así que también el conejo y el perro llegaron a ser muy buenos amigos y era normal verlos jugar y corretear.

Juan y su familia se ausentaron un fin de semana y el domingo, mientras Luis y su familia tomaban la merienda, su perro entro a la cocina con el conejo entre los dientes.
Estaba sucio de tierra, ensangrentado y peor aún, estaba muerto.
Luis se enfureció y castigo muy duramente al perro ...
- ¿Y ahora, que hacemos? Comenzaron a pensar cómo podrían solucionar el problema antes  de que Juan legara con los niños, mientas tanto, en la familia surgió una idea: bañar al conejo, dejarlo bien limpio y ponerlo en su casita acomodandolo como si estuviera durmiendo, De pronto escucharon llegar a sus vecinos y a los niños gritando.
¡Lo descubrieron!, pensaron.
Inmediatamente Juan fue a hablar con Luis, parecía asustado, como si hubieran visto un fantasma.
- ¿Qué pasó?
- El conejo ... el conejo
- ¿El conejo qué? ¿Que tiene el conejo?
- ¡Murió!
- ¿Murió? Que tristeza, hoy por la tarde parecía estar bien
- ¡Murió el viernes! Respondió Juan
- ¿El viernes?
- Si, ¡Fue antes de que viajáramos, los niños lo enterraron en el fondo del patio!
Ya se imaginan lo que paso después, lo importante aquí es resaltar la acción del perro que desde el día viernes estaba buscando desesperadamente a su amigo. Después de rastrear todo el terreno, encontró a su amigo, muerto y enterrado. Con desesperación lo desenterró y lo llevo ante sus dueños, como preguntándoles ¿Qué fue lo que pasó?
Pues esta historia nos da una gran enseñanza, no debemos juzgar lo acontecimientos, sin antes verificar y estar seguros de lo que ocurrió realmente.
Muchas veces hemos sacado nuestras conclusiones y equivocadamente, y nos hemos cerrado en decir que lo que decimos es cierto; debemos pensar antes de sacar una conclusión y juzgar a alguien causándole dolor, sufrimiento y odio ante los demás, recuerda que puedes hacer un grave daño y puede ser que ya no puedas reparar el daño.
"No pierdas tiempo juzgando el actuar de los demás, mejor cambia tú mismo y verás grades cambios en todos ellos"
Mateo 7:2 dice: " Pues Dios os juzgará de la misma manera que vosotros juzguéis a los demás, y con la misma vara que mides, Dios os medirá a vosotros".

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