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miércoles, 7 de marzo de 2012

Reflexión - El Naufragio

Muchas veces nos quejamos de Dios por un bus que nos dejó, por una taza de avena que se derramo en el uniforme cuando ya estábamos por salir, cuando tuvimos una caída, cuando nos sacaron de un trabajo, etc. Pero no sabemos tener paciencia para esperar lo mejor que vendrá.
Esta reflexión nos ayudara a ver que a pesar de las desgracias Dios está allí a nuestro lado. Te cuento que una vez hubo un naufragio y el único que sobrevivió a ello pudo llegar una isla despoblada.
Este hombre creía en Dios y se puso a orar con mucho fervor pidiéndole a Dios que lo pueda rescatar sacándolo de esa isla.
Los días pasaba y él miraba hacia el mar, esperando por el pedido que todos los días hacía, veía si alguien venía a rescatarlo, pero nadie llegaba.
Cuando se cansó de esperar, construyo una choza para protegerse del viento, el sol y guardar algunas cosas que tenía. Un día fue a buscar comida, pero cuando regreso se dio con la sorpresa que su choza ardía en llamas, no podía ser posible tanta desgracia, una columna de humo subía hacia el cielo.
Corrió a apagar el incendio para salvar su chocita, pero no pudo salvar, nada todo se quemó. Estaba muy triste y confundido por la supuesta respuesta de Dios. Se molestó mucho con Dios y le reclamó gritando y llorando, como podía hacerle esto.
Después de tanto llorar se quedó dormido, de pronto escucho un sonido muy fuerte que lo despertó, era el sonido de la sirena de un barco que se acercaba a la isla donde él estaba. 
No podía creerlo por fin venían a rescatarlo. Cuando ya estuvo en el barco les pregunto, ¿Cómo sabían que él podía estar allí? Ellos un poco sorprendidos le dijeron que llegaron allí porque vieron las señales de humo que el hizo.
Después de haberse enojado tanto con Dios se dio cuenta que Dios nunca lo abandono y que no le estaba mandando más desgracias sino que era el momento justo para que sucediese el incendio.
Muchas veces nos suceden situaciones dolorosas y le reclamamos a Dios porque para nosotros no tienen razón de ser, pero solo Dios sabe porque tienen que pasar, solo Dios sabe el trabajo que está haciendo en nosotros, solo debemos confiar en Él, en el momento de la tempestad tener paciencia y saber esperar lo que vendrá. Y siempre saber agradecer.
Toma hoy tu decisión y se paciente de esperar lo que Dios tiene para ti mas allá de una desgracia.

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