Hola amigos lectores hoy en reflexiones para la vida les traemos el siguiente mensaje, muy interesante por cierto, siempre hemos escuchado que, si no queremos ser víctimas de la
tentación, tenemos que evitar a toda costa dar el primer paso en falso; es
decir, tenemos que rechazarla desde su primera insinuación. No obstante, ¿qué
debemos hacer cuando, sin buscarla, se presenta
ante nosotros?
Pensemos en el caso de Eva, la esposa de Adán. ¿Fue Eva conscientemente al árbol del fruto prohibido? No. El libro de Patriarcas y profetas, en la página 33, nos dice que “distraída en sus agradables labores, inconscientemente se alejó del lado de su esposo”.
Pensemos en el caso de Eva, la esposa de Adán. ¿Fue Eva conscientemente al árbol del fruto prohibido? No. El libro de Patriarcas y profetas, en la página 33, nos dice que “distraída en sus agradables labores, inconscientemente se alejó del lado de su esposo”.
Su error fue quedarse en “territorio enemigo”.
¿Se repite hoy la historia? Sin lugar a dudas,
solo que con diferentes escenarios y protagonistas. Un jovencito que está
pasando canales de la TV con el control remoto, y de repente se topa con una
escena calificada como “X”. ¿Qué debería hacer?
Unos novios que, sin planificarlo, de repente
se encuentran solos en un ambiente romántico, y con las hormonas funcionando al
máximo. ¿Qué deberían hacer?
Un estudiante que necesita aprobar un examen
para graduarse y no tiene las respuestas en su mente, pero sabe que, a su lado,
un compañero está dispuesto a compartirlas. ¿Qué debería hacer?
Sí, ¿qué hacer cuando la tentación “nos visita” sin haber sido formalmente invitada?
Sí, ¿qué hacer cuando la tentación “nos visita” sin haber sido formalmente invitada?
La respuesta nos la dio, curiosamente, el
famoso escritor Mark Twain cuando, echando mano de su buen sentido del humor,
afirmó que la mejor arma para no ceder a la tentación es la cobardía. Tiene
razón. ¿Qué hizo José en Egipto cuando la esposa de Potifar lo acosó
sexualmente? ¡Salió corriendo! ¿Qué tal si José hubiera razonado así:
“Voy a quedarme aquí y le pediré a Dios que me
ayude a resistir el ataque de esta fiera”? Los resultados habrían sido desastrosos.
No intentes saber cuán fuerte eres para
resistir el mal. Miles de jóvenes han arruinado sus vidas porque pensaron que
eran suficientemente fuertes para resistir la tentación. O creyeron que nunca
serían capaces de llegar tan lejos. Es preferible mil veces que te llamen
cobarde, a que “vendas tu primogenitura por un plato de lentejas”.
Ya lo dijo el sabio: “Más vale perro vivo que
león muerto”.(Eclesiastés 9: 4).
Oración: Amado Padre Celestial, dame valor para
huir de la tentación en el momento oportuno.
Tomado de Matutina “Dímelo de Frente” - Por: Fernando Zabala
Tomado de Matutina “Dímelo de Frente” - Por: Fernando Zabala
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