Buscando entre las reflexiones sobre agradecimientos que tenemos, pues encontramos ésta maravillosa reflexión que también nos hizo recordar que no importa lo que pase en nuestra vida siempre hay que estar agradecidos a nuestro Dios, y muchas veces suena raro, incoherente o loco decir ¿Dar
gracias también por las pruebas y los fracasos?¿También eso debemos hacer?
Sé que no
es fácil ver cuál es la bendición de que tu novia o novio haya decidido
terminar contigo. O de una enfermedad que te impidió participar en el juego
final del campeonato. Sin embargo, Dios permite que en
ocasiones experimentes pruebas y fracasos porque sabe que al final serán una
bendición para tu vida.
Toma por ejemplo el caso del profeta Daniel. Cada prueba
difícil que le tocó enfrentar al final resultó siendo una bendición. De hecho,
quizás nunca habríamos sabido de Daniel si no hubiera sido llevado cautivo a
Babilonia.
¿Puedes imaginar lo mal que se habrán sentido Daniel y sus
tres amigos mientras eran llevados cautivos a tierra extraña? Por su mente no
pasaba la idea de que Dios usaría esa circunstancia como el medio para
bendecirlos.
Luego enfrentarían otra difícil prueba: comer los alimentos
de la dieta babilónica y contaminarse, o rechazarlos y enfrentar la posibilidad
de morir por desobedecer el mandato del rey. Ya sabemos que no se contaminaron.
Pero esta prueba sirvió para que Nabucodonosor los conociera y para colocar en alto
el nombre de Dios (ver Dan. 1:17-21).
En otra ocasión, cuando los sabios del reino no pudieron
adivinar el sueño de Nabucodonosor, la vida de Daniel y sus amigos corrió
peligro nuevamente, pero esta prueba también sirvió para que Daniel fuera
nombrado para su elevada magistratura y, por supuesto, para glorificar a Dios
(cap. 2). Algo similar ocurrió cuando Ananías, Misael y Azarías enfrentaron la
prueba del horno de fuego (cap. 3); y cuando el mismo Daniel fue milagrosamente
librado de una muerte segura en el foso de los leones (cap. 6).
¿Conclusión? Dios tiene poder para transformar nuestros
fracasos en victorias, y para convertir nuestra tristeza en gozo.
Si has tenido un fracaso reciente, recuerda que Dios tiene
poder para convertir la maldición en bendición. Si una puerta se cerró hoy,
Dios abrirá otro mañana. Si hoy la pareja de tus sueños te dio la espalda,
mañana Dios proveerá una mejor.
Si por ser fiel a tus principios perdiste hoy algo valioso, mañana Él te convertirá en triunfador. Esta es su promesa: “El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha” (Salmos 126:5).
Si por ser fiel a tus principios perdiste hoy algo valioso, mañana Él te convertirá en triunfador. Esta es su promesa: “El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha” (Salmos 126:5).
Oración: Gracias Señor, porque dispones todas las cosas para el bien de quienes te aman.
DEN GRACIAS A DIOS POR TODO. (1 Tesalonicenses 5:18).
Tomado de “Matutina Dímelo de Frente” - Por: Fernando Zabala
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