Toda persona sueña con la frase de “Ser
feliz para siempre”, sobre todo cuando llega el día de su matrimonio, desea que
sea realidad esa frase de “Se casaron y fueron felices para siempre”, como en
los cuentos de hadas, princesas y príncipes.
Pero, al inicio todo se ve de esa
manera, pero no hemos llegado a saber que paso después de varios años que se
casó blanca nieves con su príncipe azul, tampoco hemos sabido que paso con la
cenicienta y el príncipe, ni con la sirenita después de la alegría de ser
humano y casarse también con otro príncipe, ¿Será que todo siguió siendo
felicidad?¿Que sorpresa se llevó el príncipe de blanca nieves, cuando quizá vio
que a blanca nieves no le gustaba cocinar?¿Que sorpresa se llevó el esposo de
la cenicienta cuando en realidad vio que el vestido de princesa estaba en el
closet y ella sigue siendo una cenicienta sucia y desarreglada todo el día hasta llegar la noche?
Alguna vez te pusiste a pensar en que
paso después. Las relaciones de pareja las vemos así o la nuestra la vemos o la
vimos así antes del matrimonio, pero es muy diferente después, cuando llegas a
una realidad donde cada uno se muestra tal como es, y cada quien observa y
convive con las costumbres, preferencias y hábitos del otro, de echo que son
diferentes y quizá allí para algunos el cuento que vivian de su princesa
terminó o el cuento con su príncipe se desmoronó. Allí es cuando se verá el
verdadero amor y si lo que prometió ante Dios y los hombres lo cumplirá.
Pero no es solo que cada uno aprendamos a convivir con los hábitos, costumbres y preferencias del otro, sino que también aprendamos a ceder en algunas ocasiones y reconozcamos que quizá algo de ello no es bueno, puede ser un mal hábito o mala costumbre, entonces deberíamos cambiarlo.
Pero no es solo que cada uno aprendamos a convivir con los hábitos, costumbres y preferencias del otro, sino que también aprendamos a ceder en algunas ocasiones y reconozcamos que quizá algo de ello no es bueno, puede ser un mal hábito o mala costumbre, entonces deberíamos cambiarlo.
El matrimonio es una nueva etapa donde
el conocerse es de una manera más profunda, y donde hay que aprender a convivir
con esas conductas del otro que para uno son defectos, se debe aprender a
apreciarlos y entender que fue criado o criada diferente a uno, y que si hace
las cosas distintas en casa fue porque así se lo enseñaron, pero eso no debe
ser motivo de discusión o pelea, pues ahora tienen un nuevo hogar y ustedes los
recién casados comenzaran a crear sus nuevas costumbres, que los dos estén de
acuerdo y les haga sentir bien a ambos.
No dejen que una forma de tender la cama, barrer, limpiar y hasta cocinar, dañe o destruya el amor eterno que se prometieron. El matrimonio es una etapa donde necesitas paciencia, tolerancia, tiempo, comunicación y mucho pero mucho amor, y ese amor solo lo puede dar Dios como el mejor invitado en su hogar y recuerda que nunca terminaran de conocerse.
No dejen que una forma de tender la cama, barrer, limpiar y hasta cocinar, dañe o destruya el amor eterno que se prometieron. El matrimonio es una etapa donde necesitas paciencia, tolerancia, tiempo, comunicación y mucho pero mucho amor, y ese amor solo lo puede dar Dios como el mejor invitado en su hogar y recuerda que nunca terminaran de conocerse.
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