Se tú mismo, no importa como sean las personas que te rodean, o
las que aparezcan en tu vida por momentos, tu nunca dejes de ser esa persona
buena, amable, bondadosa, caritativa; así ellos te hagan daño tu siempre muéstrales
amor, recuerda que Jesús vino a esta tierra y nos enseñó a amar a los demás y
por más terrible que lo trataron él siempre los amo.
Cuenta una linda historia que te hará reflexionar y comprender
mejor lo que quiero decirte, hubo una vez un maestro oriental que vio cómo un
alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el
alacrán lo picó. Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y el animal
cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo otra vez,
y otra vez el alacrán lo picó.
Alguien que había observado todo, se acercó al maestro y le dijo:
"Perdone, ¡Pero usted es terco! ¿No entiende que cada vez que intente
sacarlo del agua lo picará?"
El maestro respondió:
"La naturaleza del alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es
ayudar".
Y entonces, ayudándose de una hoja, el maestro sacó al animalito del agua y le
salvó la vida.
No cambies tu naturaleza, tu forma de ser, si alguien te hace lastima; sólo
toma las precauciones necesarias. Pues es complicado a veces seguir siendo
bueno cuando te lastiman, pero recuerda que si empiezas a endurecer tu corazón,
entre esas personas también habrá buenas y ellas necesitaran de ti en algún momento.
Deja que tu corazón siga siendo como es y ayuda a los demás a entender lo que
es amar al prójimo.
Algunos persiguen la felicidad; otros la crean, tenlo siempre presente. Es sencillo,
¿No lo crees?
"Cuando la vida te presente mil razones para llorar,
demuéstrale que tienes mil y un razones por las cuales sonreír"
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