¿Culpable o inocente? Cuantas
veces se nos pone en un juicio ante los demás cuando no tenemos culpa, es difícil
a veces librarnos de acusaciones muy
graves, pero no te desanimes nunca si respiras muy profundo y piensas bien encontraras
una salida siempre.
Quiero hoy que reflexiones
en esta historia que te contaré, cuenta que hace muchos años atrás, en la edad
media hubo un hombre muy virtuoso llamado Arturo, quien fue acusado injustamente de asesinato. El culpable
fue una persona que era muy influente del reino, por eso busco como librarse de
un juicio, culpando a este buen hombre.
El buen hombre, Arturo, fue
llevado ante el tribunal acusado por el hombre influyente, Arturo vio que nada podía
salir a su favor pues tenía pocas posibilidades de escapar de la horca. El juez,
mantuvo la apariencia de estar siendo justo pues también estaba confabulado con
el hombre acusador, por eso en el juicio el juez dijo: “Conociendo tu fama de
hombre justo, voy a dejar tu suerte en manos de Dios; escribiré en dos papeles
separados las palabras “culpable” e “inocente”, tú escogerás y será Dios quien
decida tu destino.
El juez perverso había preparado
dos papeles con el mismo escrito, en los dos decía “Culpable”. Arturo desconocía
lo que estaba sucediendo, pero se dio cuenta que no estaban haciendo todo para
ayudarlo sino por el contrario, todo era una trampa.
Ya los dos papeles listos y
siendo mezclados, llamaron a Arturo y le dijeron que escoja un papel, el que sería
la respuesta Divina del veredicto de su juicio. Nervioso y muy apenado, respiro
profundamente, cerró los ojos y empezó a pensar, cuando la sala comenzó a
inquietarse e impacientarse, abrió los ojos pero él tenía una gran sonrisa en
el rostro. Pues estaba ya decidido, cogió un papel e inmediatamente se lo metió
a la boca y se lo trago, toda la sala se lo reprocho, y dijeron: ¿Pero que ha
hecho? Y ahora como vamos a saber el veredicto.
Arturo les respondió, es muy sencillo, solo es cuestión de leer el
papel que queda y así sabremos que decía en el papel que me comí.
Con malestar, fastidio, cólera
y mucho rencor mal disimulado tuvieron que liberar al Arturo, y jamás volvieron
a molestarlo.
Una muy buena reflexión ¿Verdad?
Por eso aunque la situación se torne muy difícil siempre debes buscar una
salida, nunca dejes de luchar, hazlo hasta el último momento, a veces la imaginación
es más importante que el conocimiento.
Me encantó!!!
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