Hoy voy a hablarles del amor de pareja, que debemos
cuidarlo más que a tu familia, pero tú dirás ¿Qué está diciendo, que mi pareja
es más importante que mi familia? No dije que fuera más importante dije que
necesita más cuidado y que tu familia es segura pero a tu pareja la puedes
perder.
Alguna vez tuviste que viajar por varios meses o años
y cuando volviste tu familia siempre estuvo allí, el amor de ellos es seguro
para ti, pero al volver ¿Encontraste a tu pareja esperándote como tu familia? ,
no verdad, pues el amor de pareja es un amor que necesita cuidarse a diario, escuchaste
a alguien decir allí va mi ex hermano o mi ex madre, no, nunca lo escuchaste ni
lo escucharas decir jamás porque la familia siempre estará allí segura para
nosotros, pero si escuchaste decir allí va mi ex novio o mi ex esposo. Es cierto que nuestros parientes necesitan
cariño, pues siempre los podemos visitar y así pase el tiempo siempre nos
esperaran con los brazos abiertos, es un amor que nunca dejara de ser, por
mucho tiempo que tarden en escribirnos o hablarnos, ellos son tu familia para
siempre.
El amor de pareja es el amor más frágil de todos los
que existen. Dejar de cuidarlo y alimentarlo, es como hacer huelga de hambre
indefinida. Es por eso que hay que darlo todo, el uno por el otro.
En el matrimonio, el amor debe alimentarse
diariamente, es una sociedad en la cual los dos deben lograr un equilibrio en
los pensamientos, en tomar decisiones juntos para que todo funcione bien.
Muchos matrimonios son destruidos, porque no logran entender
lo que significa la palabra «familia» es que queremos ubicar a la pareja en la
categoría de «pariente» y ahí es donde empiezan los problemas y la mala
relación en el matrimonio.
Haz feliz a tu familia, compartan los proyectos para
crecer juntos, para que tus hijos tengan un modelo a seguir y sepan que un
hogar se construye desde las propias decisiones. Siempre es bueno escuchar
consejos, pero jamás permitir que las influencias negativas destruyan tu
matrimonio
Dios hizo al hombre y a la mujer para que vivieran
juntos.
“Por
esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos
serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por lo tanto, lo que
Dios juntó, no lo separe el hombre” Marcos 10: 7-9.
No hay comentarios:
Publicar un comentario